Se anuncia un plan para poner fin a las muertes de seres humanos por la rabia trasmitida por perros en 2030
El Día Mundial de la Rabia ha coincidido este año con el anuncio por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Alianza Mundial de lucha contra la Rabia (GARC) de la más ambiciosa iniciativa global hasta la fecha para poner fin a las muertes de seres humanos por la rabia transmitida por perros en el año 2030.
El plan “Unidos contra la rabia” se basa en el enfoque de Una Salud (One Health) y aborda la enfermedad de una manera integral e intersectorial, al tiempo que destaca el importante papel que desempeñan los servicios veterinarios, sanitarios y educativos en la prevención y el control de la rabia.
“El plan garantiza el uso de las mejores prácticas contra la rabia para apoyar a los países a desarrollar planes nacionales y proporciona herramientas innovadoras de capacitación y educación a través de redes regionales contra la rabia”, explicó Bernadette Abela-Ridder en nombre del Grupo Directivo Mundial del Plan Unidos contra la rabia. “Las vacunas –dijo- son un componente clave del plan mundial y actúan de detonante para activar los programas nacionales. La colaboración de Unidos contra la rabia brinda liderazgo y aboga por contar con recursos vitales para avanzar hacia el logro de cero muertes de personas a causa de la rabia para 2030”.
Unidos contra la rabia aprovecha su trayectoria de más de diez años de haber colaborado, investigado y recabado evidencias para demostrar la viabilidad de eliminar la rabia transmitida por los perros. El plan pone de relieve el drama de las continuas muertes humanas a causa de la rabia y ayuda a lograr que la enfermedad sea una prioridad para las principales organizaciones internacionales y los gobiernos.
Acabar con las muertes humanas por la rabia transmitida por perros
El mundo tiene los conocimientos, la tecnología y las vacunas que se necesitan para eliminar la rabia. El plan -apoyado por los cuatro socios- apunta a los siguientes objetivos:
• Prevenir y responder a la rabia transmitida por perros mejorando la concienciación y la educación, reduciendo el riesgo de rabia en los seres humanos con una más amplia vacunación de perros y mejorando el acceso a la atención sanitaria, medicinas y vacunas para la población amenazada.
• Generar y medir el impacto, implementando directrices eficaces y comprobadas para el control de la rabia y fomentando el uso de tecnologías de vigilancia innovadoras para supervisar el progreso para alcanzar “Cero muertes para 2030”.
• Demostrar el impacto de la colaboración de Unidos contra la rabia en los programas nacionales, regionales y mundiales de eliminación de la enfermedad, con el fin de garantizar el compromiso continuado de las partes implicadas a todos los niveles y la financiación sostenida para lograr “Cero muertes para 2030”.
La rabia es totalmente prevenible
La rabia -una enfermedad viral que afecta a más de 150 países y territorios- es generalmente mortal una vez que aparecen los síntomas. La rabia transmitida por perros representa cerca del 99 por ciento de los casos en seres humanos. Se calcula que 59 000 personas mueren de rabia cada año.
La rabia es la enfermedad de la pobreza y del abandono. Las personas más pobres del mundo son las más afectadas, ya que no pueden costearse el tratamiento o el transporte para recibir atención médica. Los medios de subsistencia también se ven perjudicados cuando el ganado se contagia de rabia, con pérdidas estimadas en más de 500 millones de dólares EEUU anuales.
Sin embargo, la rabia es prevenible en un cien por cien de los casos si se garantiza el acceso a un tratamiento vital tras las mordeduras de perro; y mediante la vacunación de los canes para reducir los riesgos y, en última instancia, eliminar la enfermedad en su origen animal. Acabar con las muertes de personas por rabia requiere reforzar los servicios de sanidad humana y animal; y aumentar el compromiso político.
Muchos países donde la rabia es motivo de preocupación la consideran una enfermedad transmisible prioritaria, con un gran impacto en la salud de las personas y la economía de su país. Sin embargo, ello no suele traducirse en recursos y acciones adecuadas para ponerle fin. En resumen, se trata de una enfermedad que cae en el olvido.
“Trabajar de forma intersectorial para eliminar la rabia en los seres humanos está en línea con la misión de la OMS de no dejar a nadie atrás, construyendo un futuro mejor y más saludable para las personas de todo el mundo”, aseguró Ren Minghui, Subdirector General de la OMS para VIH/SIDA, Tuberculosis, Malaria y Enfermedades tropicales desatendidas. “Eliminar la rabia humana –añadió- contribuye a la meta de proporcionar atención sanitaria equitativa y asequible, mientras trabajamos con nuestros asociados para prevenir la enfermedad en los perros, que son la fuente más frecuente de infección”.
“Ya que la vacunación masiva de perros es considerada de forma unánime como el planteamiento exclusivo para erradicar la enfermedad en los seres humanos, este plan de Unidos contra la rabia es un paso crucial para aunar intenciones, recursos y acciones hacia nuestro objetivo común”, destacó por su parte Monique Eloit, Directora General de la OIE. “La eliminación de la rabia trasmitida por perros es factible, y nos aseguraremos de que se consiga”, según Eloit.
“A la FAO le entusiasma participar en el desarrollo de la iniciativa de Unidos contra la rabia para eliminar la rabia transmitida por perros. Las comunidades rurales son las que más sufren a causa de esta enfermedad evitable. La rabia no sólo pone en riesgo su propia salud y bienestar, sino también la de sus animales, que pueden ser una fuente importante -o la única- para su sustento. La FAO ha apoyado campañas de vacunación y el desarrollo de programas comunitarios para prevenir y eliminar la rabia. Esta nueva iniciativa mejorará esa labor y puede jugar un papel esencial en el objetivo general de la FAO de crear comunidades rurales más fuertes”, explicó a su vez Ren Wang, Director General Adjunto de la FAO.
“No hay motivo –añadió- para que alguien muera de rabia en el mundo de hoy, y los países donde la rabia es endémica han hecho de su eliminación una prioridad. Con un sólido y sostenido compromiso de los sectores de la sanidad humana y animal, podemos y vamos a acabar con esta enfermedad mortal. El plan Unidos contra la rabia es una alianza vital del GARC, la OMS, la FAO y la OIE que nos permitirá apoyar a estos países para alcanzar la meta de cero muertes para 2030”.