La titular de Educación, Nora De Lucía, y el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, defendieron la iniciativa. ¿Se acercará el nivel educativo al de Finlandia, como desea De Lucía, o se llegará a la escuela del Chavo? (Dibujo: NOVA).
Honor y gratitud. Esos dos gestos que se destacan en el himno al padre del aula no son precisamente los que ha cosechado en el Día del Maestro la directora General de Cultura y Educación bonaerense, Nora De Lucía, al darse a conocer desde el gobierno provincial la puesta en marcha a partir del próximo año del nuevo Régimen Académico del Nivel Primario.
Y es que, a pesar de los múltiples aspectos que contempla la iniciativa, el foco de los cuestionamientos se centró en las modificaciones al mecanismo de calificación y promoción.
Vale señalar que los puntos controvertidos del nuevo régimen estipulan que, para los alumnos de cuarto a sexto grado, se eliminan las calificaciones 1, 2 y 3, arrancando por 4 la nota más baja, al tiempo que se prevé para los alumnos de cuarto y quinto la posibilidad de pasar de grado llevándose materias previas.
En tanto, para el primer ciclo (primer a tercer grado), las calificaciones a reflejarse en la “Libreta de Trayectoria Escolar” (ya no es denominado “Boletín”) no serán numéricas sino que se guiarán bajo tres conceptos: “Bueno” y “Muy bueno” para los aprobados, y “Regular” para los desaprobados.
CRÍTICAS Y DEFENSAS
Aunque, más allá de la polémica en torno a lo meramente técnico, lejos estuvo de ausentarse el tinte político en la antesala a un año electoral decisivo.
Claro está que no fue casual que, a pesar de trabajarse durante mucho tiempo, estas reformas sean lanzadas un 11 de septiembre desde el sciolismo, como así tampoco resulta llamativo que desde el massismo se inste a la indignación social con la misma receta con la que se opuso al anteproyecto de reforma del Código Penal.
De esta manera, así como en este último caso se hablaba de crear “puertas giratorias”, en el nuevo Régimen Académico se critica el hecho de “nivelar para abajo”, apelando así a un ideario de “Cambalache” que suele prender en buena parte del electorado. Sin embargo, lo cierto es que dentro del Consejo General de Educación que aprobó esta iniciativa, el Frente Renovador tiene su representante, Néstor Jano, quien dio la venia a estas modificaciones.
En este contexto, mientras Sergio Massa pedía “dar marcha atrás” con este cambio, afirmando que “pensar la educación desde esa lógica es hacerle daño a los chicos y a los docentes”, Daniel Scioli no dejó pasar el antecedente de aprobación massista: “Se viene trabajando desde 2009 con todas las fuerzas y ahora dicen que se oponen”, lanzó el líder de la Ola Naranja, quien acusó que “se está buscando utilizar la modificación desde el punto de vista político”.
En un lineamiento similar se ubicó el consejero General de Cultura y Educación bonaerense en representación del gremio SUTEBA, Marcelo Zarlenga, quien en diálogo con NOVA, recordó que «los sectores políticos votaron esto por unanimidad” y afirmó que “lo lamentable es que se haga un uso político de esto y la verdad que esto viene a dar respuesta a un proceso que se inició hace mucho tiempo y que tiene que ver con trabajar trayectorias estudiantiles”, advirtiendo que con esta polémica “en definitiva lo que se está dejando de lado es el verdadero tema de fondo que es cómo mejorar la educación, los niveles en la educación y por ende el aprendizaje y en qué condiciones se deben estar garantizando desde el Estado para que esto se dé”, al tiempo que afirmó que “no se baja la exigencia” ya que la calificación para lograr la aprobación “sigue siendo el 7”.
De todos modos, desde el massismo no se acallaron las voces de reprobación.
Ante la consulta de NOVA acerca del tema, el jefe de bancada del Frente Renovador en la Cámara de Diputados de la Nación, Darío Giustozzi, señaló que la intención del Ejecutivo provincial con este cambio de calificaciones “probablemente sea esconder una realidad que es que, en la provincia de Buenos Aires especialmente pero también en el país, hay una pérdida de calidad educativa”.
En la misma tesitura, y al tildar de “un despropósito” la reforma, Giustozzi ejemplificó: “Esto es como si, en un logro deportivo, el record de 100 metros fuesen 10 segundos y, cuando empezamos a entrenar, como no logramos hacer 100 metros en 10 segundos, lo bajamos a 60 metros.
Vamos a llegar en 10 segundos a la meta pero lo que estamos haciendo es achicar el nivel de exigencia, y por lo tanto achicar también los resultados, aplanar para abajo.
En lugar de recorrer 100 metros de conocimiento, habremos recorrido 60 metros”.
Desde Provincia, apenas encendida la mecha de la polémica, tanto De Lucía como el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez, convocaron a una escueta conferencia de prensa para defender las modificaciones y remarcar que las mismas han sido “malinterpretadas” desde algunos sectores.
MÁS CERCA DE FINLANDIA
En este sentido, Pérez aclaró que “no desaparece ninguna de las cosas que se mal informaron que iban a desaparecer porque sigue existiendo el aprobado, el desaprobado, pasar de grado y que repitan”, remarcando que cambia “simplemente un nomenclador y un estar más encima del chico para que aprenda”, y que “nuestro objetivo es que dentro de la escuela sigan aprendiendo, con el mismo nivel de exigencia de siempre”.
Por su lado, y visiblemente tensa, De Lucía afirmó que con este nuevo mecanismo “ya no vamos a evaluar desempeños globales sino saberes particulares”, detallando que “vamos a evaluar área por área y esto sólo se aplica entre cuarto y quinto grado (…)
Lo que cambia es la escala, si miramos países de distintos lados, por ejemplo Finlandia, que es el icono de la educación, no tiene una nota, sino que va aprobando y desaprobando saberes por ciclos”.
Y añadió: “Lo que cambiamos es la escala, es más corta, pero el 4, 5 y 6 es desaprobado, sólo aprueban los chicos que tengan más de un 7”.
En cuanto a las previas, comentó: “Un chico que tuvo un desempeño brillante en todas las áreas y en una no tuvo un buen desempeño, creemos que con una semana de compensación realmente no pueden alcanzar los saberes, entonces lo que hacemos es: pasan a quinto, no promueven, con lo cual las estadísticas de promoción no se inflan, quiero decir esto porque están desinformados los que dicen esto, pasa pero no promueve.
Tiene un maestro de apoyo durante el primer semestre para que pueda alcanzar los saberes”.
Bajo este panorama, a pesar de querer dar la nota con esta reforma, Nora De Lucía recibió varios aplazos, de esos que ya no existirán en el nivel primario bonaerense.
De todas formas, y más allá de las aprobaciones o desaprobaciones con la que fue calificada esta iniciativa, el debate político lejos estuvo de ganarse un “Muy bueno” para su “Libreta de Trayectoria”.
Mientras tanto, la educación bonaerense sigue esperando por la concreta aplicación de medidas integrales tanto en lo que refiere a contenido como a las condiciones estructurales y de organización del ámbito escolar.