9 de junio de 2020, Roma – Los bosques y los árboles son fundamentales para promover la polinización por parte de las abejas, mariposas y otros animales, y existe la necesidad urgente de detener la degradación de sus hábitats y salvaguardar la biodiversidad, según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El informe, elaborado conjuntamente por la FAO y Bioversity International, pretende concienciar sobre el papel crucial y los beneficios de los polinizadores que dependen de los bosques, y está dirigido a los gestores forestales, expertos en el diseño del paisaje y responsables de la toma de decisiones sobre el uso de la tierra.
«Los bosques son el hogar de abejas silvestres, murciélagos, mariposas y otros polinizadores, y son vitales para salvaguardar los ecosistemas, para la biodiversidad y la producción agrícola, y por tanto, también para la seguridad alimentaria», ha asegurado Tiina Vahanen, Jefa de la División de Políticas y Recursos Forestales de la FAO.
«Es probable -añadió- que la disminución de los polinizadores repercuta en la regeneración de los bosques, al reducir la diversidad genética de sus árboles y su resiliencia y potencial de adaptación».
Muchos polinizadores dependen en gran medida de los bosques para anidar y alimentarse. Sin embargo, en el informe se señala que la deforestación o la fragmentación del paisaje, junto con el cambio climático, han repercutido en su función y eso ha tenido un efecto en cascada en la sostenibilidad de los ecosistemas, la seguridad alimentaria y en los medios de vida
Se estima que, a nivel mundial, el 88 por ciento de las plantas con flores silvestres son polinizadas por animales, y que más del 70 por ciento de los cultivos alimentarios se benefician de la polinización animal, según el informe.
Cuando el polen es transportado de una planta a otra por abejas y otros insectos, no sólo facilitan la producción de frutas, frutos secos y semillas, sino que promueven a la vez una mayor variedad y calidad, contribuyendo así a la nutrición y la seguridad alimentaria.
Los cambios en el uso de la tierra y las prácticas de ordenación territorial pueden fragmentar y degradar los hábitats de los polinizadores. Los expertos han llegado a la conclusión de que los polinizadores silvestres prestan a las plantas cultivadas importantes servicios de polinización que no pueden ser sustituidos por abejas manejadas.
Damien Bertrand, oficial forestal de la FAO y coautor del informe, explicó que la ordenación forestal y del paisaje desempeñan un papel fundamental para garantizar la viabilidad permanente de los polinizadores.
«La tala selectiva, el entresacado y la quema prescrita, realizados de forma que aumente la heterogeneidad de las comunidades arbóreas, pueden beneficiar a los polinizadores y al resto de la biodiversidad forestal», dijo Bertrand.
«Tenemos que garantizar -añadió- la disponibilidad continua de polinizadores y, por tanto, aumentar la resiliencia y la productividad de la silvicultura y la agricultura».
En el informe de la FAO se presentan más de 35 estudios de casos, entre ellos uno que revela un importante vínculo positivo entre la diversidad de las abejas y la cubierta forestal en el sector cafetero del Brasil, mientras que otro en Costa Rica demuestra que algunas especies de abejas sólo se encontraban en los hábitats forestales.
Si bien se ha señalado que la urbanización ha llevado a una disminución de los polinizadores, también se sabe que los hábitats urbanos albergan una gran diversidad de ellos, incluso a veces mayor que en otros lugares. La ordenación de los bosques urbanos puede desempeñar un papel importante para sustentar a las comunidades de polinizadores en entornos periurbanos, en sinergia con otros beneficios de la silvicultura urbana.
El estudio asegura que la heterogeneidad y conectividad de los hábitats son vitales para promover la diversidad y la abundancia de polinizadores, y pide un mayor esfuerzo para aprovechar los conocimientos indígenas y locales, y para que se involucre a los custodios de las tierras y a las partes interesadas en una gestión que esté atenta a los polinizadores.
El documento se ha presentado cuando la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se preparan para dirigir conjuntamente el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas -a partir de 2021- y en el momento en que los países se plantean de cara al futuro un marco de diversidad biológica mundial para después de 2020.
La FAO celebró el Día Mundial de las Abejas el 20 de mayo, con el objetivo de poner de relieve la importancia de la apicultura y el papel del sector apícola en el apoyo a las comunidades rurales y la mejora de la seguridad alimentaria y nutricional.