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La diversidad genética del ganado, clave para alimentar un planeta más caliente e inhóspito

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27 de enero de 2016, Roma – Los criadores de ganado y los responsables de las políticas en todo el mundo tienen cada vez mayor interés en aprovechar la biodiversidad animal para mejorar la producción y la seguridad alimentaria en un planeta cada vez más cálido y poblado, según explica un nuevo informe de la FAO publicado hoy.
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La Organización de la ONU advierte, sin embargo, que muchas razas de animales valiosas siguen amenazadas y pide un mayor esfuerzo para utilizar el patrimonio genético de forma sostenible.

Según el Segundo informe sobre la situación de los Recursos Zoogenéticos Mundiales para la Alimentación y la Agricultura, cerca de un 17 por ciento (1 458) de las razas de animales de granja en el mundo se encuentran actualmente en peligro de extinción, mientras que la situación de riesgo de muchas otras (58 por ciento) simplemente se desconoce debido a la falta de datos sobre el tamaño y la estructura de sus poblaciones. Entre 2000 y 2014 se extinguieron cerca de 100 razas de ganado.

Los datos a nivel nacional muestran que el cruzamiento indiscriminado puede considerarse como la principal causa de la erosión genética. Otras amenazas comunes a la diversidad genética son el creciente uso de razas no autóctonas, políticas e instituciones que regulan el sector ganadero inadecuadas, el declive de los sistemas de producción ganadera tradicionales, y el abandono de las razas que no se consideran lo suficientemente competitivas.

Europa y el Cáucaso, y América del Norte son las dos áreas en el mundo con la mayor proporción de las razas en situación de riesgo. En términos absolutos, el mayor número de razas amenazadas se encuentra en Europa y el Cáucaso.

Ambas zonas se caracterizan por industrias ganaderas altamente especializadas, que tienden a utilizar sólo un pequeño número de razas para la producción.

IMPORTANCIA DE LA BIODIVERSIDAD

La diversidad genética suministra la materia prima para que agricultores y ganaderos mejoren sus razas y adapten las poblaciones ganaderas a ambientes y demandas cambiantes.

«Durante miles de años los animales domésticos, como ovejas, pollos y camellos, han contribuido directamente a la subsistencia y la seguridad alimentaria de millones de personas», aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, «Aquí se incluyen el 70 por ciento de los pobres rurales del mundo de hoy en día».

«La diversidad genética es un requisito previo para adaptarse a los retos del futuro», según el Director General, quien añadió que el informe «respalda los esfuerzos renovados para garantizar que los recursos zoogenéticos se utilizan y desarrollan para promover la seguridad alimentaria mundial y permanecen a disposición de las generaciones futuras».

Entre los retos del futuro figuran el cambio climático, las enfermedades emergentes, la presión sobre la tierra y el agua, y las demandas cambiantes del mercado. Ello hace que sea más importante que nunca garantizar que los recursos genéticos animales se conservan y utilizan de manera sostenible.

La producción agrícola y alimentaria utilizan en la actualidad unas 38 especies y 8 774 razas diferenciadas de aves y mamíferos domésticos.

MÁS BANCOS NACIONALES DE GENES Y MEJOR GESTIONADOS

En la nueva evaluación global han participado un total de 129 países, casi una década después de la primera evaluación mundial de recursos zoogenéticos, realizada en 2007.

«Los datos que hemos recopilado sugieren que ha habido una mejora respecto al número de razas en situación de riesgo desde la primera evaluación», aseguró Beate Scherf, Oficial de producción animal de la FAO, y coautora del informe. «Y en general -añadió- los gobiernos han intensificado los esfuerzos para detener la erosión genética y gestionar de forma más sostenible sus razas de ganado nacionales «.

El estudio revela que las autoridades admiten cada vez más la importancia de la utilización y desarrollo sostenible de los recursos genéticos que posee el ganado.

Cuando la FAO publicó la primera evaluación mundial de recursos zoogenéticos en 2007, apenas 10 países informaron de haber establecido un banco de genes. La cifra ha aumentado a 64 países, y otros 41 planean establecer un banco de este tipo, según el nuevo informe.

Y estos esfuerzos están dando sus frutos, ya que según los expertos: «en la última década, países de toda Europa han invertido fuertemente en la creación de sistemas de información y bancos de genes compartidos como medida de seguridad», según Scherf.

Las asociaciones regionales -como la nueva Red Europea de Bancos de Genes (EUGENA)- son clave para la gestión y mejora de las razas en el futuro, señala Scherf, y deben ser apoyadas mediante la conservación in situ de animales vivos en su hábitat natural.

La conservación in situ reconoce a la vez el valor cultural y ambiental de mantener poblaciones vivas de distintas razas de animales.

Cerca de 177 países han nombrado además coordinadores nacionales y 78 han establecido grupos consultivos de múltiples partes interesadas para ayudar a los esfuerzos nacionales en la mejora de la gestión de los recursos zoogenéticos.

AUMENTA EL COMERCIO MUNDIAL DE RECURSOS ZOOGENÉTICOS

Todo esto coincide con la expansión del comercio mundial de animales de cría y semen de ganado, a menudo para el cruzamiento, con muchos países en desarrollo convertidos en destacados importadores y algunos también en exportadores de material genético.

Cada vez más, los agricultores y los responsables de las políticas de los países en desarrollo optan por las importaciones de material genético como forma de mejorar la productividad de su cabaña ganadera, incrementando su producción láctea, por ejemplo, o acortando el tiempo necesario para que un animal alcance la madurez.

Pero si no se plantea correctamente, el cruzamiento no mejora de forma significativa la productividad y puede dar lugar a la pérdida de características valiosas, como la habilidad especial para hacer frente a temperaturas extremas, suministro limitado de agua, alimentos de mala calidad, terrenos difíciles, altitud elevada y otras dificultades del entorno productivo.

DESAFÍOS PARA LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS GENÉTICOS

Con el fin de mejorar la gestión de la diversidad ganadera en el futuro, las razas animales y su entorno de producción necesitan ser descritos con más detalle, según el informe, que demuestra que los recursos genéticos se pierden con frecuencia cuando la falta de conocimiento conduce a que ciertas razas sean infrautilizadas.

También se recuerda que es necesario hacer un mayor esfuerzo para el seguimiento de las tendencias de las poblaciones ganaderas y las nuevas amenazas a la diversidad.

EL ANÁLISIS DE TENDENCIAS ES FUNDAMENTAL

Entre los principales cambios en el sector en las últimas décadas figura la rápida expansión de los sistemas de producción ganadera en gran escala con uso elevado de insumos en áreas del mundo en desarrollo, acompañados de una creciente presión sobre los recursos naturales.

Asia meridional y África -regiones con recursos limitados con muchos criadores de ganado en pequeña escala y una amplia gama de recursos genéticos animales- está previsto se conviertan en los principales centros de crecimiento del consumo de carne y productos lácteos.

Tendencias como éstas son motivo de preocupación, debido a que aumentos similares en la demanda en otras regiones han significado pasar de la producción en pequeña escala que apoya la diversidad genética local, a la producción a gran escala que es más probable utilice un número limitado de razas y puede crear grandes dificultades para el uso sostenible de los recursos zoogenéticos.

Los cambios en los sistemas alimentarios figuran entre las tendencias que deben examinarse con atención para predecir su impacto en la demanda de determinadas especies y razas, según el informe, junto con la tecnología, el cambio climático y las políticas gubernamentales.

NECESIDAD DE MAYOR COLABORACIÓN INTERNACIONAL

Al mismo tiempo, el informe hace hincapié en que la cooperación internacional sigue siendo un área necesitada de mejoras en apoyo del futuro de la biodiversidad ganadera.

Desde 2007, los países han venido implementando el Plan de Acción Mundial para los Recursos Zoogenéticos, el primer acuerdo internacional de este tipo.

Pero la colaboración internacional sigue estando relativamente poco desarrollada entre los países que aplican el Plan, advierte el informe. La cooperación debe intensificarse para avanzar más allá del limitado número de programas de investigación bilaterales y regionales que existe actualmente.

Conservar las características especiales de las vacas pantaneiras de Brasil
Las vacas pantaneiras han vivido en el estado brasileño de Pantanal desde su introducción por los portugueses hace 400 años. Se cree que son resistentes a diversas enfermedades inducidas por parásitos y a los gusanos y garrapatas. También son capaces de sobrevivir en las condiciones medioambientales difíciles del Pantanal, que incluyen tanto inundaciones como sequías, así como toscos pastos nativos y los ataques de los jaguares.

A principios del siglo XX existían varios miles de ejemplares de pantaneiras, pero la cabaña ha disminuido desde entonces a 500 animales de pura raza. Esta reducida población y la consiguiente pérdida de diversidad genética amenazan con erosionar la capacidad de la raza para adaptarse y sobrevivir.

Las razas comerciales han perdido algunas variantes genéticas asociadas con la adaptabilidad y la supervivencia en ambientes hostiles, y el cruce con razas comerciales es la principal amenaza para la supervivencia de las pantaneiras.

Para proteger la raza, el ecosistema al que está adaptada, y sus propios medios de subsistencia y cultura, los pueblos indígenas de la región del Pantanal se han asociado con científicos de varios centros de investigación brasileños para desarrollar el Proyecto Queso del Bioma del Pantanal. El tradicional «queso Nicola» elaborado con la leche de las vacas pantaneiras, está en peligro de desaparecer junto con la raza. Esta iniciativa puede ser la clave para su conservación, proporcionando a la población indígena ingresos regulares y ayudando a preservar el ecosistema local.

Los científicos que trabajan en esta iniciativa en el Pantanal ayudan a identificar los valiosos recursos genéticos del ganado, atentos a la conservación, certificación y distribución de esos recursos. Incluyendo un programa de conservación que potencia sus características especiales a través de la cría selectiva.