En el marco de la disputa desatada por el proyecto de creación de un Colegio de Ingenieros Agrónomos, el presidente del Colegio de Ingenieros Distrito II, Carlos Filippini, marcó su postura y señaló que “este planteo, sin fundamentos ciertos, apunta a quebrar la tradición bonaerense de matricular a los profesionales por rama de actividad y no por especialidad, tal como sucede en la totalidad de las Colegiaturas provinciales”.
En este contexto, subrayó que “nos llama mucho la atención que el tratamiento de la Ley de Agroquímicos se haya demorado pese a ser una herramienta de suma importancia para el desarrollo del potencial de nuestra Provincia. Por otro lado, que esta idea de avanzar con la creación de un colegio por especialidad como es el caso del proyecto de creación del Colegio de Ingenieros Agrónomos en la Provincia de Buenos Aires haya tenido media sanción en la Cámara de Diputados”.
Vale destacar que desde el Departamento de Ingeniería Agronómica del CIPBA remarcaron que la iniciativa en impulsada por “empresas multinacionales” y que, en este sentido, desde el Colegio de Ingenieros de la Provincia, a través del DIA, se viene desarrollando un intenso trabajo en torno a la Ley de Agroquímicos que busca regular su uso a pesar del lobby de las grandes empresas productoras.
Llama la atención que sea precisamente una compañía que promueve la desregulación del uso de estos productos la que facilite instalaciones y recursos para las reuniones y publicidad de un grupo de ingenieros agrónomos que promueven la creación de una nueva entidad de matriculación de dudosa factura.
Desde la presentación del proyecto, referentes de las distintas especialidades remarcaron que la existencia de un colegio único en la provincia fortalece la defensa del ejercicio profesional, lo que además redunda en la protección de puestos de trabajo y en garantías de calidad técnica para los bonaerenses.
Un dato llamativo es que muchos de los ingenieros agrónomos que buscan fragmentar a los colegiados de la provincia, no mantienen su matrícula al día, es decir que no se encuentran habilitados para el ejercicio profesional, e incluso en muchos más casos no están matriculados con lo cual están haciendo un ejercicio ilegal de la profesión. Esto hace aún más llamativo que se quiera modificar a este Colegio al solo capricho de los que ni participan de él.
Finalmente, cabe destacar que dentro de los límites del Distrito II hace muchos años que se vienen realizando acciones propositivas interactuando con diversos actores sociales, políticos, profesionales y técnicos en pos de asegurar la mayor calidad alimentaria.