A través de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud, ya se ha convertido en una costumbre celebrar el día 28 de julio como el Día Mundial contra la Hepatitis. La fecha se eligió en homenaje al nacimiento del Profesor Baruch Samuel Blumberg (Premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 1976), quien descubrió el virus de hepatitis B y desarrolló la primera vacuna para prevenirlo.
Con un nuevo eslogan, cada año se apunta a concientizar a la población mundial acerca de los riesgos de esta enfermedad y de las medidas que deben tenerse en cuenta para prevenirla.
Para este 2015, bajo el lema “Prevenir la Hepatitis, actuar ya”, la Organización Mundial de la Salud buscará llamar la atención de gobiernos, autoridades, trabajadores sanitarios y del público en general para que participen activamente en la prevención de esta grave infección.
¿Qué es la hepatitis?
La hepatitis viral es un grupo de enfermedades infecciosas que comprende las hepatitis A, B, C, D y E, y que afecta a millones de personas en todo el mundo, provocando hepatopatías agudas y crónicas y causando la muerte de aproximadamente 1,4 millones de personas por año.
Es una inflamación del hígado que, en determinados casos, puede evolucionar hacia una fibrosis, una cirrosis o un cáncer de hígado. Los virus de la hepatitis son la causa más frecuente de la enfermedad, pero también puede deberse a otras infecciones, sustancias tóxicas o enfermedades autoinmunitarias.
A pesar su gravedad, la hepatitis sigue siendo una enfermedad en gran medida olvidada o desconocida.
El virus de la hepatitis A (VHA) está presente en las heces de las personas infectadas y suele transmitirse por el consumo de agua o alimentos contaminados y sexualmente.
En muchos casos la infección es leve y la mayoría de las personas se recuperan por completo, adquiriendo inmunidad contra futuras infecciones producidas por este virus. Sin embargo, las infecciones por el VHA también pueden ser graves y para prevenir los riesgos existen vacunas eficientes para evitar contraer el virus.
El virus de la hepatitis B (VHB) se transmite por la exposición a sangre y otros líquidos corporales infecciosos.
También puede transmitirse de la madre infectada a su hijo/a en el momento del parto, de un miembro de la familia infectado a un bebé o sexualmente.
En este sentido, hay que ser cautelosos con las transfusiones de sangre y con los productos sanguíneos, ya que inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones médicas y el consumo de drogas inyectables pueden transmitir el virus. Existe una vacuna segura y eficaz para prevenir esta infección.
El virus de la hepatitis C (VHC) se transmite por exposición a sangre contaminada, a través de transfusiones de sangre y derivados, inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones médicas y el consumo de drogas inyectables. La transmisión sexual también es posible, pero menos común. No hay vacuna contra la infección por el VHC.
Las infecciones por el virus de la hepatitis D (VHD) sólo ocurren en las personas infectadas con el VHB; la infección simultánea por ambos virus puede causar una afección más grave, con lo cual es muy importante prevenir el virus VHB para evitar que se propague la enfermedad. De este modo, las vacunas contra la hepatitis B brindan la protección contra la infección del VHD.
Por último, el virus de la hepatitis E (VHE) se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados, al igual que el VHA, y es una causa común de brotes epidémicos en las zonas en desarrollo. Se han obtenido vacunas seguras y eficaces para prevenir la infección por el VHE, pero no tienen una distribución amplia.
¿Cómo prevenirla?
La campaña del Día Mundial contra la Hepatitis del año 2015 gira en torno a cuatro claves para la prevención de la enfermedad:
– En primer lugar, hay que conocer los riesgos y tener en cuenta que la sangre contaminada, las inyecciones y el intercambio de material de inyección pueden provocar el contagio de la infección.
– En segunda instancia, es fundamental exigir inyecciones seguras realizadas con jeringas desechables para asegurarse de no contraer la enfermedad a causa de la reutilización de jeringas que pueden estar contaminadas.
– En tercer lugar, vacunarse y vacunar a los niños contra la Hepatitis A y B es sumamente importante ya que es la manera más segura y eficaz de protegerse de por vida contra estas infecciones.
– Finalmente, someterse a las pruebas de detección y llevar a cabo los tratamientos correspondientes, en caso de haber contraído la enfermedad, son procedimientos que pueden salvar vidas. Existen medicamentos muy eficientes para tratar la hepatitis B y para curar la hepatitis C, con lo cual siempre hay que actuar rápidamente y no dejarse estar.
Las vacunas contra las hepatitis A y B forman parte del Calendario Nacional de Vacunación y el Municipio de Esteban Echeverría las otorga de manera libre y gratuita en los operativos de salud que organiza de manera descentralizada en todas las localidades del distrito por medio de las Unidades Sanitarias Móviles.
A partir de hoy, 28 de julio, comenzará una campaña especial de vacunación contra la hepatitis, en la cual las vacunas se darán no sólo en las Unidades Sanitarias Móviles, sino también en los Consultorios Externos “Doctor Ramón Carrillo” (Carlos Pellegrini 250, Monte Grande) y en las Unidades Sanitarias fijas y móviles.