El pacto normaliza las relaciones entre los dos países y detiene los planes de Israel de anexar partes de los territorios ocupados en Cisjordania. La ONU considera que se trata de un impulso para que todas las partes vuelvan a participar de manera constructiva en negociaciones significativas para resolver el conflicto palestino-israelí
El reciente acuerdo entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos tiene el potencial de cambiar la dinámica en todo el Medio Oriente, dijo el martes el principal enviado de la ONU en la región al Consejo de Seguridad, instando a los líderes palestinos e israelíes a volver a participar en los esfuerzos para resolver el conflicto.
En su sesión informativa mensual, el Coordinador Especial de la ONU para el Proceso de Paz de Oriente Medio, Nikolay Mladenov, dijo que el Secretario General acoge con satisfacción el acuerdo alcanzado entre Israel y los Emiratos que normaliza las relaciones entre los dos países y detiene los planes de Israel de anexar partes de los territorios ocupados en Cisjordania.
«Espero que inspire a los líderes de todas las partes a volver a participar de manera constructiva en negociaciones significativas para resolver el conflicto palestino-israelí», dijo, y enfatizó que el compromiso de Israel de suspender la anexión elimina una amenaza inmediata a la estabilidad regional.
Mladenov dijo que, sin duda, la anexión constituiría una violación » gravísima» del derecho internacional, cerraría la puerta a la reanudación de las negociaciones y destruiría la perspectiva de un Estado palestino viable y de la solución de dos Estados.
LA SOLUCIÓN DE DOS ESTADOS ES LA ÚNICA VÍA A SEGUIR
“Solo una solución de dos Estados, en la que Israel y Palestina convivan en paz, seguridad y reconocimiento mutuo, puede conducir a una paz sostenible”, expresó el experto.
“Hoy no es el momento de perder la esperanza por la causa palestina. Los planes de anexión se han detenido», dijo.
LA ANGUSTIA DE GAZA
La llamada de Mladenov llega cuando las condiciones en Gaza continúan empeorando. El enviado pidió que el alto el fuego negociado por las Naciones Unidas y Egipto, vigente desde agosto de 2018, sea reafirmado. Las actividades militantes, el lanzamiento de cohetes y las crecientes necesidades humanitarias dentro de la Franja están erosionando rápidamente los acuerdos existentes.
“Una economía en caída libre, más de una década de Gobierno de Hamas y las restricciones relacionadas con el COVID que impiden la libre circulación de trabajadores, solo han agravado el sufrimiento. Y ante la falta de cooperación entre la Autoridad Palestina e Israel, los proyectos de infraestructura se han estancado. Se han perdido trabajos”, dijo.
Mladenov también señaló que, en respuesta al fuerte aumento del número de globos inflamables, el 11 de agosto Israel limitó la transferencia de algunas mercancías y detuvo la entrega de materiales de construcción a través del cruce de Kerem Shalom hacia Gaza.
Además, el 12 de agosto, las autoridades israelíes detuvieron todas las entregas de combustible hasta nuevo aviso, incluido el financiado por donantes.
“Como resultado, la planta de energía de Gaza se cerró, lo que redujo drásticamente el suministro de electricidad a tres horas por día. Esto está afectando severamente la infraestructura esencial, como el tratamiento de aguas residuales y el suministro de agua potable”, afirmó.
El enviado recalcó que las Naciones Unidas están profundamente comprometidas con los esfuerzos para mitigar las consecuencias económicas y humanitarias de la decisión de la Autoridad Palestina de detener toda actividad con Israel en respuesta a la amenaza de anexión.
DEMOLICIONES DE VIVIENDAS EN CISJORDANIA
En la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, el Enviado Especial señaló un aumento de los delitos violentos dentro de las comunidades palestinas, así como incidentes violentos que involucraron a las fuerzas de seguridad palestinas y a civiles.
Mientras tanto, las autoridades israelíes demolieron 72 estructuras de propiedad palestina en el Área C y en el este de Jerusalén, desplazando a 89 personas. Además, 11 palestinos demolieron sus propias estructuras para evitar multas adicionales.
«Esta es la cruda realidad de la situación actual», advirtió. Sin resolver el conflicto palestino israelí, la paz regional no será completa. La aspiración nacional legítima de cinco millones de palestinos que viven en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, y Gaza no puede ser ignorada», concluyó.