El ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, recibió hoy al embajador de Bolivia en Argentina, Liborio Flores Enríquez, para analizar posibilidades de cooperación mutua en el campo de transferencia de conocimientos vinculados al aumento de la productividad y tecnología agropecuaria.
Bolivia se encuentra hoy ante la posibilidad de fortalecer y potenciar su producción agropecuaria. En ese sentido se conversó sobre la posibilidad de exportar experiencias argentinas para mejorar la productividad del campo en ese país.
El embajador se mostró especialmente interesado en diseñar una institución similar al INTA, que permita mejorar en investigación y desarrollos aplicados a la agricultura.
«Estamos totalmente de acuerdo y decididos a apoyar esta iniciativa, comentó
el embajador, porque vale la pena discutir diseños institucionales para potenciar la productividad del país hermano de Bolivia.
Tenemos una estrechísima relación con la comunidad boliviana y estamos dispuestos a cooperar en lo que haga falta», expresó Casamiquela, quien estuvo acompañado por el jefe de Gabinete del ministerio, Héctor Espina, y el secretario de Coordinación Político Institucional y Emergencia Agropecuaria, Javier Rodríguez.
Al respecto el embajador Enríquez dijo que «ha sido una reunión muy fructífera, ha sido un honor visitar al ministro de agricultura argentino, tenemos muchos temas en común y que queremos desarrollar. Bolivia hoy busca mejorar su producción agropecuaria hacia el futuro y queremos adquirir toda la experiencia que tiene la Argentina en materia de productividad en diferentes áreas de la agricultura».
«En nuestro país estamos muy interesados en instituciones como el INTA para potenciar la tecnología vinculada a la agricultura, nuestra productividad, y ampliar y asegurar nuestra soberanía alimentaria», concluyó.
Uno de los ejes abordados fue el análisis de 11 proyectos de cooperación con Bolivia financiados por el FO.AR (Fondo Argentino de Cooperación Sur Sur y Triangular) que administra la Cancillería Argentina.
Esta reunión se inscribe en el marco del vínculo histórico y estratégico que une a ambas naciones en distintos campos de cooperación.
De esta forma, la Argentina podría convertirse en un importante soporte del desarrollo boliviano, mientras se posiciona como un socio potencial privilegiado frente a decisión política del país andino de incorporar y desarrollar tecnología en el corto y mediano plazo que nuestro país se encuentra en condiciones de proveer.