Una poderosa organización delictiva dedicada a cometer «secuestros virtuales», compuesta por integrantes de una comunidad «gitana», fue desbaratada por la Policía de la Provincia de Buenos Aires luego de quince allanamientos realizados en la Ciudad de Buenos Aires y Mar del Plata.
En los procedimientos, llevados a cabo por efectivos de la DDI San Fernando, se secuestraron 35 automóviles de «alta gama” valuados en aproximadamente 20 millones de pesos, que habían sido comprados con los rescates cobrados, como así también relojes de primeras marcas, joyas, electrodomésticos, aparatos de electrónica y dinero en efectivo.
Según los investigadores, los integrantes de la “banda de la Llorona”, hacían al azar 150 llamados por noche y operaban en distintos puntos del Gran Buenos Aires, especialmente en la zona norte.
Durante una conferencia de prensa brindada en la sede de aquella dependencia, el Superintendente General de Policía, Comisario General Hugo Matzkin, informó que “la organización tenía una estructura donde algunos de sus integrantes hacían la teatralización de la supuesta víctima secuestrada, tanto mujer como hombre, mientras lloraba”.
El jefe policial señaló que “la base de operaciones de la organización estaba en el barrio porteño de Villa Devoto y los llamados eran orientados en su mayoría hacia el Conurbano, pero también se están analizando hechos en la ciudad de Buenos Aires”.
“La banda planeaba tener un call center conformado con personas de esta comunidad para realizar los secuestros virtuales”, agregó Matzkin, a la vez que declaró que la estructura “hacía un análisis sobre las víctimas y el lugar del pago del supuesto rescate, entre otras cuestiones”.
El jefe de la Policía resaltó que “el gobernador Daniel Scioli y el ministro Alejandro Granados están muy orgullosos del trabajo judicial y policial y pidieron que ante cualquier duda hay que llamar a la Policía o contactarse con la Justicia”.
En ese contexto, Matzkin agregó que “la gente lo que tiene que hacer es denunciar inmediatamente para frenar ese ataque psicopático, pensar dos minutos y no dejarse seducir y cortar el teléfono, que es la herramienta que ellos utilizan para hacer creer que hay un allegado secuestrado.
Tampoco hay que dar nombres, porque hubo casos en que se han realizado pagos con el familiar en su propia casa sin darse cuenta que estaba durmiendo”.
Por último, el comisario general enfatizó que “es una de las causas más importantes de delitos complejos en las que se haya trabajado en los últimos tiempos” y que “la investigación no terminará acá”.
Según lo informado, las pesquisas duraron cinco meses, en las que se realizaron escuchas telefónicas, seguimientos y se trabajó con la colaboración de personal de Prefectura Naval Argentina (PNA).
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Interviene en la causa la UFI a cargo del Dr. Alejandro Musso, perteneciente al Departamento Judicial San Isidro.