Las experiencias exitosas de los hospitales “Evita Pueblo” de Berazategui y “Luciano Fortabat” de Olavarría pueden servir como ejemplo.
Allí, los dos bancos de pelucas funcionan no sólo como un servicio para los pacientes en tratamiento, sino también como un espacio de contención, donde se intercambian experiencias, miedos y dudas, y se realizan cursos de maquillaje y de belleza oncológica.
El banco del Evita Pueblo de Berazategui tiene una historia muy particular: fue ideado por una trabajadora del centro de salud, Lily Barraza, quien vio la necesidad luego de que le diagnosticaran cáncer de mama en 2008.
En Olavarría, en tanto, se da un proceso similar: el director ejecutivo del hospital oncológico, José Zanelli, dice que el banco cumple, además, “el rol de tender lazos con la comunidad, que se acerca a ayudar y se interioriza sobre el cáncer y sus formas de prevención”.
Y, si bien no todas las mujeres eligen una peluca, aunque sí la gran mayoría, muchas se acercan porque allí encuentran un espacio de diálogo y contención.